La pupila, orificio central del iris, se sitúa en el ojo, entre córnea y cristalino. Controla la entrada de luz al ojo al cambiar de tamaño. En condiciones de baja iluminación, se dilata, permitiendo mayor ingreso de luz; en condiciones luminosas, se contrae, limitando la luz que ingresa.
¿Cuáles son las funciones de la pupila?
La pupila tiene funciones cruciales:
- Regulación de luz: Ajusta la cantidad de luz que llega a la retina, protegiéndola de daños por exceso de luz o facilitando la visión en condiciones de poca luz.
- Enfoque: Colabora en el enfoque de objetos cercanos y lejanos al controlar la cantidad de luz que llega a la retina, mejorando la nitidez de la imagen.
- Reflejo consensual: Cuando un ojo se expone a luz intensa, ambas pupilas se contraen, protegiendo a ambos ojos.
¿Qué enfermedades afectan a la pupila?
Enfermedades que afectan la pupila incluyen:
- Anisocoria: Diferencia en tamaño entre las dos pupilas.
- Midriasis: Dilatación persistente e incontrolada de la pupila.
- Miosis: Contracción anormalmente pequeña de la pupila.
- Síndrome de Adie: Pupila tónica, lenta al contraerse y dilatarse, puede afectar a uno o ambos ojos.
- Argyll Robertson: Pupilas no reaccionan a luz, pero sí al enfoque; asociado a sífilis y daño neurológico.
- Síndrome de Horner: Miosis, ptosis y anhidrosis en un lado del rostro debido a daño en la cadena simpática.
Te puede interesar: