Las lentes monofocales, también conocidas como cristales únicos o lentes de un solo enfoque, son un tipo de lente óptica diseñada para corregir un único problema de visión. Surgieron a mediados del siglo XVIII y han sido fundamentales en el campo de la óptica y la salud visual. Su importancia radica en su capacidad para mejorar la calidad de vida de quienes padecen problemas visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
¿Cuáles son las funciones de las lentes monofocales?
Las lentes monofocales tienen diversas funciones importantes en la corrección de problemas visuales:
- Corregir la miopía: Estas lentes ayudan a enfocar correctamente la luz en la retina para personas con visión corta.
- Corregir la hipermetropía: Enfocan la luz en la retina para personas con dificultades para ver de cerca.
- Corregir el astigmatismo: Ajustan el enfoque de la luz en diferentes ejes para compensar la forma irregular del ojo.
Cada función es crucial para mejorar la calidad de visión y permitir a las personas realizar actividades diarias con mayor facilidad.
¿Qué problemas corrigen las lentes monofocales?
Las lentes monofocales corrigen principalmente tres problemas de visión:
- Miopía: Un trastorno en el cual los objetos cercanos se ven claramente, pero los objetos lejanos aparecen borrosos.
- Hipermetropía: Un trastorno en el cual los objetos lejanos se ven claramente, pero los objetos cercanos aparecen borrosos.
- Astigmatismo: Un trastorno en el cual la visión es borrosa o distorsionada tanto de cerca como de lejos, causado por una córnea irregular o una curvatura del cristalino.
Mediante la corrección de estos problemas, las lentes monofocales mejoran significativamente la calidad de vida de quienes las utilizan, permitiéndoles ver con mayor claridad y realizar actividades cotidianas con más comodidad.
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