La foria, también conocida como heteroforia, es un desalineamiento oculto de los ojos. Se trata de un tipo de estrabismo latente que se manifiesta cuando la vista está en reposo fisiológico. Los músculos extraoculares trabajan para mantener una alineación adecuada, evitando la aparición de síntomas. Se clasifica en exoforia (desviación hacia afuera), esoforia (desviación hacia adentro), hiperforia (desviación hacia arriba) e hipoforia (desviación hacia abajo).
¿Qué síntomas tiene la foria?
La foria puede manifestar diversos síntomas, entre ellos:
- Fatiga ocular
- Dificultad para concentrarse en la lectura
- Dolor de cabeza
- Visión doble ocasional
- Sensación de ojos cansados
- Problemas de percepción de profundidad
¿Cómo se detecta la foria?
La foria se puede detectar mediante pruebas optométricas específicas:
- Test de cover: consiste en tapar y destapar un ojo alternativamente para observar el movimiento de los ojos.
- Test de prismas: se colocan prismas delante de los ojos para medir el desequilibrio muscular.
- Test de Maddox: se utiliza una barra de Maddox para evaluar la desviación ocular en diferentes direcciones.
¿Cómo se trata la foria?
El tratamiento de la foria dependerá del tipo y la severidad. Algunos tratamientos incluyen:
- Ejercicios de terapia visual: mejorar el control muscular y la coordinación.
- Lentes prismáticas: compensar la desviación ocular.
- Lentes correctoras: corregir errores refractivos asociados.
- Cirugía: en casos graves, se puede recomendar cirugía para corregir el desequilibrio muscular.
¿Cuáles son las complicaciones de la foria?
Las complicaciones de la foria varían en función de su rareza:
- Visión doble persistente: poco frecuente, pero puede afectar la calidad de vida.
- Estrabismo: en casos raros, la foria puede progresar a estrabismo manifiesto.
- Ambliopía: muy raro, pero puede desarrollarse si el cerebro suprime la visión de uno de los ojos.
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