El desprendimiento de retina, también llamado ablatio retinae o desprendimiento retinal, es una condición ocular en la cual la retina se separa de la capa subyacente de tejido. Es una afección grave. La retina es esencial para la visión, ya que transforma la luz en señales nerviosas para el cerebro.
¿Qué síntomas tiene el desprendimiento de retina?
Los síntomas del desprendimiento de retina incluyen:
- Visión de destellos o luces parpadeantes.
- Aparición repentina de puntos flotantes, conocidos como miodesopsias.
- Pérdida progresiva del campo visual, como una cortina que se cierra.
- Deterioro repentino en la visión.
¿Cómo se detecta el desprendimiento de retina?
La detección del desprendimiento de retina puede realizarse mediante:
- Examen oftalmológico: Un optometrista examina el fondo del ojo utilizando un oftalmoscopio.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): Esta prueba no invasiva proporciona imágenes detalladas de las capas de la retina.
- Ecografía ocular: Se utiliza cuando la visibilidad de la retina es limitada, por ejemplo, debido a cataratas.
¿Cómo se trata el desprendimiento de retina?
El tratamiento del desprendimiento de retina varía según la gravedad y el tipo. Algunas opciones incluyen:
- Retinopexia neumática: Inyección de gas en el ojo para empujar la retina hacia la pared del ojo.
- Vitrectomía: Eliminación del humor vítreo y reemplazo con solución salina o gas.
- Crio o láser: Aplicación de frío o láser para sellar desgarros o roturas retinianos. La elección del tratamiento depende de la ubicación, tamaño y tipo de desprendimiento.
¿Cuáles son las complicaciones del desprendimiento de retina?
Las complicaciones del desprendimiento de retina incluyen:
- Pérdida de visión parcial o total.
- Desprendimiento recurrente de retina.
- Infecciones o hemorragias intraoculares.
- Cataratas o glaucoma secundario. Estas complicaciones varían en rareza, siendo la pérdida de visión la más común y las infecciones intraoculares las más raras.
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